La Coalición Nacional y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia enviaron una carta respectivamente, a la Organización de Estados Americanos (OEA), de cara a la próxima asamblea general de ese foro regional.
En ellas ambas organizaciones opositoras piden priorizar el tema de los presos políticos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y solicitar una declaración de ilegitimidad a su administración.
Las cartas se entregaron en vísperas de la quincuagésima Asamblea General de la OEA, que se celebrará los días 20 y 21 de octubre.
Carta de la Coalición Nacional
Por su parte, la Coalición nacional expuso en su carta la situación general de represión vivida permanentemente en Nicaragua.
En la carta se denuncia una crisis de derechos humanos que afecta el ámbito económico, social y político.
La carta mencionó el “terrorismo fiscal” contra medios independientes, asedio a los familiares de presos políticos y líderes opositores.
También denuncian el “uso de la fuerza bruta” por parte de la Policía sandinista y fuerzas de choques.
Por esas razones le piden a la OEA una resolución sobre cuatro puntos principales:
- Condenar al régimen por las violaciones de derechos humanos.
- Demandar el cese a la represión.
- Definición de plazos para la liberación de presos políticos y el cumplimiento de los acuerdos firmados en marzo de 2019.
- Demandar el retorno seguro de los exiliados con acompañamiento de la CIDH.
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Carta de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia
La Alianza Cívica, por otro lado, reflejó explícitamente en su carta “la escalada de represión y persecución penal del régimen en contra de la actividad política opositora”.
Como producto del trío de leyes que pretende criminalizar toda forma de movilización, protesta y organización.
Igualmente, la Alianza Cívica demostró su descontento por la falta de cumplimiento y voluntad por parte del régimen orteguista en cumplir los acuerdos establecidos aquel 27 marzo de 2019.
Motivo por el que la organización opositora se inclinó a pedir especial atención al tema de la liberación de los 113 presos políticos.
Finalmente, ambas cartas se enviaron como una estrategia para aumentar la presión internacional y “complementar a la resistencia del pueblo nicaragüense por conquistar la libertad y la democracia”.