La Administración de Daniel Ortega anunció sorpresivamente, una rebaja de 3% en la tarifa eléctrica, a aplicarse a partir del próximo primero de julio, a la vez que comunicaba su decisión de no aplicar el deslizamiento del córdoba, “por un periodo de seis meses”, en medio de la pandemia de la covid-19. Sin embargo, líderes empresariales coinciden en que la medida es “insuficiente”, y que se toma en este momento para decir que el régimen lo hace “por el pueblo”.
En abril, seis cámaras empresariales pidieron rebajar la tarifa de electricidad, entre 15% y 20%, basados en la rebaja de los precios de los hidrocarburos. Un mes después, el Consejo Superior de la Empresa Privada, (Cosep), hizo un llamado similar, invitando a un recorte de 17% en el precio del suministro eléctrico, al que también se sumaría la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham).
Consultados, tres líderes empresariales y un experto en legislación energética, consideraron que esa rebaja es “una burla”. Otros dos presidentes de cámaras empresariales consideraron que el recorte es “muy bajo” e “insuficiente”, y adelantaron la tesis de que hay toda una motivación política detrás de esa decisión.
“Ese 3% no va a solucionar el problema de los últimos dos años, en que el alza en los costos de la energía, nos dejó en una posición que no es competitiva y va en detrimento de la generación de empleos”, dijo a CONFIDENCIAL, el nuevo presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), Marcos Pierson.
“Ese 3% no es significativo”, insistió. “Hace como un mes publicamos un comunicado detallando el impacto del incremento en la tarifa, que es devastador para la industria. Necesitamos una rebaja de 17% por lo menos, para poder ser competitivos a nivel regional. El país necesita estímulos para creer, y eso es insuficiente”, aseguró.
Reducción de tarifa de energía es tan bajo, que es irrisorio
Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), también deploró el recorte del 3%, por considerar que “es muy bajo. Es mejor que nada, pero debió ser como 15%, para dar alivio a pymes, mipymes, al sector productivo, al riego”.
“La crisis por la epidemia de covid-19 tiene a algunos cerrando, y otros se están asfixiando, pero el Gobierno no nos escucha. No queremos que haya apagones, y sabemos que hay que pagarle a los generadores, pero los especialistas nos han dicho que bien se podía aprobar un 17%”, relató.
“Esto es una burla. El alza real de la energía en 2019 fue de 19%, al menos oficialmente, porque hay hogares que ahora pagan 100% más que antes”, señaló Mario Amador, gerente de la Comisión Nacional de Productores de Azúcar (CNPA). El Cosep había propuesto una rebaja del 17%, que no afectaba los ingresos de las distribuidoras”, añadió.
“Ese 3% es una burla”, dijo un expresidente de Cadin, que optó por el anonimato. La presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Lucy Valenti, valoró “es una burla. Es irrisorio”. Y recordó que “los análisis de los especialistas nos hablaban que el recorte debía andar por 17%, dada la rebaja en los precios de los hidrocarburos”.
“Es una burla a la población”, coincidió el experto en legislación energética, César Aróstegui, quien señaló que el Gobierno hizo “una tardía reducción en la tarifa, cuando técnicamente, debería ser 20%, como los expertos han señalado con fundamentos, para demostrar que la tarifa ha sido sobrecargada en ese mismo porcentaje”.
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