Kevin Adrián Monzón Mora un joven opositor conocido como “el tick tocker”, denunció al inspector general de la Policía Nacional, el comisionado Jaime Vanegas Vega por “golpearlo” y “amenazarlo” mientras estuvo detenido en la estación policial del distrito V de Managua.
Monzón ha sido capturado ilegalmente en tres ocasiones. La última vez lo detuvieron el pasado 16 de diciembre y estuvo tras las rejas por siete días.
Denuncia pública
“Me encontraron mensajes y videos en contra del Gobierno (en el celular), me abofetearon y golpearon en el pecho, ese señor (Vanegas) también (me golpeó). Él me revisó el celular, me amenazó y me dijo ‘ponle la contraseña porque sino te irá feo'”, explicó Monzón.
En un inicio, Monzón dijo no saber quienes eran sus agresores, pero al ver un vídeo del 19 Digital en Facebook, reconoció al comisionado Vanegas quién anunciaba el Plan Navideño 2020.
Así que Monzón denunció públicamente al comisionado general Vanegas a través de su cuenta de Twitter.
https://platform.twitter.com/widgets.jsEste el jefe de la policía Sandinista este es uno de lo que me golpearon, y me decía que nunca iba a volver a ver a mi mamá, este señor, procedio y me decía que, me habían encontrado marihuana en mi bolsito para abrirme una acusación en mi contra #Delincuente con uniforme ? pic.twitter.com/x3fAmNb4Rv
— Kevin Monzón (@KevinMonzn11) December 27, 2020
Más tarde, Monzón realizó formalmente su denuncia a través del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Además, Yonarqui Martínez, abogada defensora de derechos humanos es quien defendió a Monzón en ambas detenciones.
Detenciones arbitrarias
La primera detención de Monzón sucedió el pasado primero agosto de 2019. El joven se dirigía a la hípica en celebración de Santo Domingo de Guzmán, patrono de Managua. Esa vez estuvo detenido por siete días y los policías lo interrogaron buscando conocer su ocupación e ideología.
La segunda ocasión tuvo lugar el 31 de julio y estuvo encarcelado hasta el pasado 9 de agosto. Los oficiales lo detuvieron cerca de su casa pese a que no existía ninguna orden judicial. El muchacho iba de camino a realizar una recarga electrónica y cómo resultado permaneció preso once días. Posteriormente lo liberaron, pero antes fue acusado del delito de “amenazas con armas”, cargo del que fue declarado “no culpable”.
Por último, el pasado 16 de diciembre Monzón fue secuestrado otra vez “sin razón alguna”. Durante esta tercera detención el joven permaneció siete días recluido “comiendo mal y durmiendo en el piso”.
Asimismo, Monzón denunció que los policías lo “amenazaron” y advirtieron que debe estar con el perfil bajo porque sino “en cualquier momento puedo ser capturado o mi casa puede ser allanada”.
No obstante, Monzón sostiene que: “No tengo temor. Tengo derecho a expresar lo que siento. Mi familia me apoya en todo lo que hago”.