Hostigamiento

Persiste el hostigamiento y las agresiones a periodistas independientes, 2021 apenas inicia y en esta primera semana se registran múltiples denuncias por asedio y persecución a hombres y mujeres de prensa.

Allanamientos

Aníbal Toruño, propietario de Radio Darío, es una de las víctimas del acoso policial. El pasado cuatro de enero denunció a través de su cuenta de Twitter que “unidades de la policía de Fidel Domínguez” allanaron e irrumpieron en su residencia buscando drogas.

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A propósito del allanamiento, la Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN) criticó el actuar policial y expresó que “iniciando el año, el régimen de Nicaragua insiste en su intento de romper el orden constitucional contra los medios de comunicación”.

Radio Diario, está ubicada en el departamento de León y en 2018 resultó incendiada por un grupo de desconocidos. 

Además, el pasado seis de enero agentes antimotines se apostaron frente a las instalaciones de la radioemisora y ante esa situación Toruño declaró que “continúa la persecución y asedios amenazante del gobierno de Ortega hacia Radio Darío”.

Nuevamente, hoy siete de enero Toruño denunció otro allanamiento a su casa en León. 

“Urgente la policía están están botando las puertas de mi residencia en estos momentos!” escribió Toruño en su Twitter.

“Policía voluntario”

Asimismo, Alberto Miranda, periodista Trinchera de la Noticia, denunció ayer seis de enero que un hombre lo agredió cuando él realizaba unas entrevistas sobre el precio de productos escolares en el Mercado Municipal de Masaya Ernesto Fernández.

Miranda explicó que el sujeto se identificó como “policía voluntario”. También dijo que el argumento que el hombre usó para detenerlo es que debía tener un permiso para entrevistar.

El policía voluntario lo llevó por la fuerza a una especia de base, así que Miranda transmitió un video a través de las redes sociales por cualquier incidente contra su integridad. 

En el vídeo se documentó el hostigamiento del hombre hacia Miranda. Lo tomó con violencia por las manos e intentó arrebatar el celular en varias ocasiones.

Me hicieron firmar una declaratoria en la que me obligaban a aceptar que necesitaba un permiso para realizar mis labores como periodista dentro del mercado. El documento también decía que yo me retiraba voluntariamente del lugar y que respetaron mi integridad física. Además me pidieron la dirección completa de mi residencia”, dijo Miranda a La Costeñísima.

Asedio

Finalmente, Kalua Salzar, jefa de prensa de Radio La Costeñísima también ha sido víctima de persecución, ya que a diario al menos una patrulla policial se apuesta frente a su hogar.

De esa forma se construye un ambiente inseguro para los y las periodistas. Como resultado, el asedio no afecta solo sus vidas laborales, sino también las familiares, puesto que los niños y niñas también crecen siendo víctimas de intimidación.

Dado el hostigamiento y la persecución, la Iglesia Católica emitió ayer un comunicado apelando a la esperanza y pidiendo el cese a la represión

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