Para muchos padres de familia es una total odisea y desgaste la experiencia familiar de inducir a los hijos e hijas la responsabilidad de los estudios y que nazca dentro de ellos, la dedicación, en este inicio de clases.

Yo le digo a mis hijas “Todo lo que se propongan, lo pueden lograr…. Nada es imposible” son palabras de motivación para Adyel y Mia Gutiérrez Selva, hijas de Carlos Gutiérrez

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La mayor fuerza debe estar dirigida a la comunicación con los hijos, ya que este, es un pilar fundamental en el núcleo familiar.

Sumando mucha paciencia por parte de los padres y de los propios hijos.

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La perseverancia, esfuerzo y dedicación, debe ser a diario por los padres de familia, pero a manera de ejemplo, enseñando haciendo, “independientemente de lo agotado, del trajín diario, del trabajo, las cosas personales, de los compromisos que uno tiene, todos los días dedicamos al menos veinte minutos para conversar con nuestros hijos”

El éxito se debe a la comunicación con mis hijas, en esta experiencia familiar

“Siempre hay temas difíciles y cosas que parecieran que no tiene solución” si fuera un tema difícil, suspendíamos la conversación y el día siguiente con más paciencia los resolvíamos”

En las familias es muy difícil sostener una conversación de diez minutos con los adolescentes, sin embargo, la comunicación que forjaron estos padres de familia, les ha llevado a la mejor recompensa, excelencias académicas en sus hijas.

Castigos son muy necesarios

Ante una indisciplina, una rebeldía o simplemente un desacato a las reglas del hogar, amerita un castigo. En dependencia de la falta, es la medida correctiva.

En generaciones pasadas, los padres, hoy abuelos o bis abuelos, tenían formas diferentes de corregir las indisciplinas, muchas de estas correcciones implicaban castigos físicos.

Hoy en día según el señor Gutiérrez, los castigos giran en torno a suspender el uso, de lo que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes más quieren.

“Hago un llamado a los padres, que tiene que haber castigos …. Siempre hay unas cosas que están mal, por ejemplo” no hay acceso a celular, no hay televisión, es una manera correctiva para crear una restricción y medida de disciplina.

Pero ¿Qué pasa cuando le quitas el teléfono a un joven? Lo dejas totalmente incomunicado.

Ellos quieren pasar el mayor tiempo en redes sociales, comunicándose con sus amigos y amigas, Carlos Gutiérrez, apuesta por las medidas correctivas que no implique castigos físicos.

Gutiérrez finalizo afirmando que las condiciones económicas no son un determinante para la educación.

Dedicación y atención de los padres hacia los hijos, ya que un periodo aun que sea limitado de veinte minutos era suficiente para tener una conversación amena con sus hijas.

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