El régimen de Daniel Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), cerró este viernes 12 de agosto Radio Darío en el departamento de León, al occidente de Nicaragua.
El argumento de Telcor es que la radio, supuestamente, modificó y alteró sustancialmente “las instalaciones autorizadas y las condiciones en que deben operar el servicio de radiodifusión sonora FM, sin la previa autorización de Telcor, lo cual constituye una causal de cancelación de la licencia”, se lee en la carta compartida por el director de la emisora, Aníbal Toruño, a través de su Twitter.
Toruño rechazó la resolución de la entidad reguladora al servicio de la dictadura Ortega-Murillo, calificándola de “una excusa amañada, mentirosa”, cuyo único objetivo es “callar las voces de Radio Darío”.
Teniendo como referencia la Ley 670, firmada por Daniel Ortega en 2008, y que establece prórrogas de licencia a empresas y personas naturales o jurídicas que operan radio, televisión y cable de manera indefinida, Toruño señaló que “cualquier argumento de Telcor es espúreo, es falso, es mentiroso y la única intención es cerrar un medio de comunicación después de 73 años”, expresó en una conferencia de prensa virtual desde su exilio en Estados Unidos.
“Hoy se apagó un aparato de transmisión, pero no Radio Darío, no nuestras voces. En Radio Darío nos llenamos de fortaleza ante la desesperación demencial de quienes pretenden callar la verdad. Continuaremos ejerciendo nuestro derecho inalienable de informar, continuaremos trabajando por la libertad y la verda”, expresó el periodista Toruño.
El régimen Ortega-Murillo cerró 10 emisoras dirigidas por el obispo Rolando José Álvarez, quien está secuestrado en la Curia Episcopal, así como la independiente feminista y comunitaria Radio Vos, y sacó del aire a dos canales que se transmitían a través de televisión por suscripción: el canal local RB3 “El Canal de la Zona Láctea”, también de Matagalpa, y el canal NGTV3, que se transmitía en Nueva Guinea, en el Caribe Sur nicaragüense, propiedad del periodista Galo José Suárez Jaime.