Nicaragua tiene un restaurante en el que no se dice ni una sola palabra para pedir una orden. Su nombre es Nicafé y está ubicado a escasos kilómetros de la bahía de San Juan del Sur, en el océano Pacífico, la más visitada por turistas extranjeros.

La mayoría de sus colaboradores tienen discapacidad auditiva, por lo que usan sus manos para poder comunicarse con los visitantes. “Manos que hablan”, es el lema de este local.

Un mesero con discapacidad auditiva le da la bienvenida al cliente con señas y lo invita a sentarse en una de las mesas, donde después le llevará el menú.

El local, un poco rústico, con juegos de mesa y muchas plantas naturales, ofrece una variada oferta gastronómica que está plasmada en el menú, que muestra parte del abecedario del lenguaje de señas.

Los meseros ponen, además, a disposición del cliente un marcador acrílico para que puedan encerrar en un círculo el nombre del platillo y la bebida que deseen.

Buscando empoderar a personas con discapacidad auditiva

Kathleen Brugger, originaria de Carolina del Norte, Estados Unidos, y presidente de la junta directiva del proyecto Nicafé, explicó a EFE que abrieron el negocio con el objetivo de ayudar a las personas con capacidades diferentes y empoderarlas.

Brugger dijo que el restaurante incluyente ha tenido acogida entre los nicaragüenses y extranjeros, quienes los felicitan por dar oportunidades laborales a las personas con algún tipo de discapacidad.

Bladimir Avendaño, a través de lenguajes de señas, destacó que gracias a esa oportunidad de trabajar ha podido ayudar económicamente a su familia, especialmente a su madre.

También un vivero

A parte del restaurante, la oferta de Nicafé incluye un vivero en el que se ofrecen variedades de plantas frutales y ornamentales, entre otras, que también es atendido por sordos.

Randall Martínez, uno de los colaboradores que atiende el vivero, coincidió con Avendaño sobre lo complicado que es encontrar trabajo formal teniendo discapacidad auditiva.

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 23 de septiembre como el Día Internacional de las Lenguas de Señas, con el fin de concienciar sobre la importancia de la lengua de señas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas.

EFE

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