El Parlamento de Nicaragua aprobó este miércoles una reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional que establece sanciones penales a los miembros de este cuerpo que abandonen la institución alegando “que incurren en un perjuicio grave a la seguridad ciudadana”.
Por desertar en Nicaragua los policías podrán enfrentar entre 2 y 3 años de prisión, según la reforma que fue aprobada de manera unánime con 92 votos a favor y ninguno en contra; mientras que por incumplir en sus deberes, podrían ser sancionados entre 6 meses y dos años de cárcel.
Por otro lado, la Asamblea Nacional reformó en primera legislatura el artículo 97 de la Constitución Política de Nicaragua que establece que la Policía Nacional “es apartidista y apolítica”.
Con la reforma constitucional que deberá ser ratificada el próximo año en una segunda legislatura, se suprimiría el apartidismo policial y se subyugaría la institución armada al presidente Daniel Ortega.
“Probablemente se va a oír, una alharaca de que se le quitó la naturaleza civil a la policía, de que se le quitó lo que es apartidista o apolítica, como que si esas cosas son las que determinan el actuar”, dijo a los medios afines a Ortega el diputado oficialista Edwin Castro, sancionado por Estados Unidos por violación a los derechos humanos.
Según Castro, “lo más importante” es que se reafirma que “la policía además de cuidar y preservar el orden interno, también preserva el orden social y, además, preserva -quizá lo más importante- la vida de los ciudadanos, sus bienes y los de las instituciones y sociales”.
“Es un distractor el estar discutiendo que si es apartidista o apolítica, cuando la Policía tiene que tener la fuerza suficiente para proteger los bienes sociales, para proteger la vida de los nicaragüenses y los bienes del Estado, y por consiguiente los bienes particulares de los nicaragüenses. El mejor ejemplo que pudimos tener fue en el desgraciado intento fallido de golpe de Estado”, aseguró Castro en relación a las protestas contra Ortega en el año 2018.
Fuente VOA