En un período de tres meses, David Ríos y cinco de sus nueve hermanos se contagiaron del SARS-CoV-2. Dos de ellos (una mujer y un varón) no superaron la fase crítica y fallecieron. Los otros cuatro: él, una hermana y dos hermanos, lograron sobrevivir, pero dos presentan secuelas de la enfermedad.
Ninguno de los hermanos tiene certeza de cómo se contagió, pues no vivían ni en la misma casa, ni en el mismo barrio y tampoco se infectaron a la vez. David, el primero en padecer el virus, cree que se contagió en su trabajo como abogado y aunque el cinco de mayo le hicieron la prueba para confirmar el diagnóstico, en el Hospital Manolo Morales, nunca recibió la respuesta.
“Me dijeron que me iban a avisar, pero nunca me dijeron nada. Y yo creo que eso era lo que estaban haciendo porque (en la sala) estábamos como cinco personas y a los cinco nos ingresaron dos días, nos dieron el tratamiento y nos mandaron a la casa”, recuerda.
De los cuatro hermanos que sobrevivieron, David y su hermana son quienes quedaron con secuelas después de superar la fase más aguda de la enfermedad. A ambos se les prolongó, por casi dos meses, el dolor en pecho y la fatiga. Y a pesar de que fueron atendidos en hospitales públicos, nunca recibieron seguimiento de parte del Ministerio de Salud (Minsa).
“Recuperados” que recaen y fallecen
En Nicaragua, según el último informe del Minsa, se han contagiado 3672 personas, de las cuales, según las autoridades de Salud, solamente han fallecido 116 pacientes. En contraste, la cifra que más destacan el Minsa es la de los recuperados, que hasta el 28 de julio pasado, afirman que ascendía a 2731, es decir, el 74.3% de los nicaragüenses con covid-19 habrían superado la enfermedad. Sin embargo, se desconoce qué ha pasado con ellos después de la covid-19, e incluso se han reportado casos de “recuperados” que debido a las secuelas de la enfermedad luego reingresan a los hospitales o fallecen en casa.
A principios de mayo, se supo que el tercer nicaragüense positivo con SARS–CoV–2 falleció recluido en su casa, un mes después de haber sido declarado como recuperado por las autoridades de Salud. Y a pesar que la noticia de su muerte se hizo pública, no fue incluido en el conteo de los fallecidos, y sigue en la lista de “recuperados” del Minsa.
En Nicaragua, además, las cifras oficiales sobre la covid-19 son cuestionadas por la opinión pública, porque cerca de 2500 muertes han sido excluidas y más de 5000 contagios no son reconocidos, según el reporte independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19. Las muertes también se elevarían a más de 4000, al incluir a los fallecidos por comorbilidades como: neumonía, infarto, diabetes e hipertensión, según el análisis del salubrista Carlos Hernández, a partir de las cifras oficiales leídas el 19 de julio por Daniel Ortega.
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