Los reportes ciudadanos sobre casos de violencia por razones políticas a causa de la crisis de derechos humanos en Nicaragua aumentó hasta un 47% el pasado diciembre, en relación a los incidentes contabilizados en noviembre. Así lo reflejó los datos del informe mensual del grupo multidisciplinario Monitoreo Azul y Blanco.
Diciembre, el quinto mes con más reportes de violencia
De acuerdo con el reporte de derechos humanos, el total acumulado de incidentes en diciembre es de 374, un número superior a los 255 contabilizados en noviembre.
Asimismo, el grupo multidisciplinario categorizó los incidentes e informó sobre ocho muertes, 195 casos de hostigamientos, 35 detenciones, 29 agresiones, 23 amenazas, 22 judicializaciones y 15 casos de torturas y tratos crueles, “en contra de familiares de personas presas políticas, excarcelados, integrantes de movimientos sociales y opositores en general”.
No obstante, el reporte también señaló la liberación de 16 personas presas políticas, entre ellas Juana Estela López, de 59 años y Margarito García, de 47 años.
Pese a ello, diciembre se consideró el quinto mes de 2020 con mayor número de incidentes violentos. Adelantado solamente por los 508 casos registrados en abril, 430 en septiembre, 350 en octubre, y 343 de marzo.
Además, el grupo Monitoreo Azul y Blanco explicó que “en diciembre de 2020 se registró un incremento del 600 % de hostigamientos en comparación con diciembre de 2019, lo cual es parte del patrón represivo del segundo semestre del corriente año”.
Territorios con mayor cantidad de incidentes violentos
En cuanto a la proporción en la que sucedieron estos incidentes de violencia relacionados a la crisis de derechos humanos por departamento, Managua es el territorio con mayor porcentaje de incidentes con un registro del 40%.
Le sigue Masaya con un 11%, Madriz y Granada con 8% respectivamente y la Región Autónoma Costa Caribe Sur con un 7%.
Víctimas mortales de 2018
A partir de 2018 Nicaragua está sumergida en una una crisis sociopolítica que, de acuerdo con reportes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) marcó un saldo de 328 víctimas mortales.
Dato que hasta el pasado diciembre de 2020 aumentó a 513 según el informe acumulado del grupo de Monitoreo Azul y Blanco.
Finalmente, en contraposición a esos datos, el régimen de Daniel Ortega solamente reconoció 200 muertes, las cuales intentó justificar bajo la excusa de haber detenido un intento de golpe de Estado.