Diariamente se ven familias completas buscando agua en pozos comunitarios, hombres, mujeres niños esperan largar filas, para obtener entre cinco a seis baldes de agua diariamente.

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Bañarse con un balde de agua se ha convertido en un privilegio.

“Con menos de medio balde se tiene que bañar uno” lamenta Maritza Gonzales.

El agua es un vital liquido que se ha vuelto un dilema en esta ciudad, “Agua salada, que solo sirve para el servicio” lamentó Maritza Gonzales pobladora del barrio Fátima, argumentando que, si dejan de pagar un mes el recibo, la empresa ENACAL, suspende inmediatamente el servicio, de lo que ella llama “agua salada”

Pobladores pagan 15 córdobas por balde de agua

En una economía tan golpeada como la de Bluefields, el pago de 15 córdobas por balde de agua, se ha convertido en el verdugo del bolsillo de las familias de barrios vulnerables como El Canal y Fátima.

“En verano aquí nos limitan el agua, aquí somos muchas familias…todo el barrio hala agua de aquí, a veces nos dan tres baldes para cada familia”

No hay condiciones para hacer pozos en los hogares

El barrio Canal no cuenta con las condiciones necesarias para que las familias puedan hacer pozo en sus patios, debido a la localización geográfica del mismo.

Las cercanías con la bahía de Bluefields y las inundaciones que se dan en el inverno seria fatal para la salud del ser humano.

Hasta el momento se desconoce las condiciones del agua de los pozos comunales, pero pobladores aseguran que prefieren halar agua de esos posos, que utilizar el proveniente del servicio de ENACAL.

Expectativa con el proyecto de agua potable

Mientras la empresa Ludwig Pfeiffer no da señales concretas a las familias costeñas que recibirían este servicio de agua potable en sus hogares, estas mantienen la expectativa de abrir la el grifo y recibir agua potable en sus hogares.

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