El jefe de Seguridad Pública de la sancionada Policía del régimen, comisionado general Olivio Hernández Salguera, falleció poco tiempo después de haber sido internado en el hospital Carlos Roberto Huembes.
La versión extraoficial que ha trascendido es que falleció del corazón, pero será sepultado la mañana de este jueves, al igual que ha ocurrido en los últimos días con los “entierros exprés”.
A esta hora la Policía no ha reportado la muerte de su funcionario. Según fuentes extraoficiales, Hernández fue trasladado la madrugada del miércoles al hospital Carlos Roberto Huembes, de la Policía donde falleció.
Según las fuentes, los restos mortales ya fueron sacados de ese centro asistencial. Por varios años Hernández Salguera se desempeñó en la Dirección de Seguridad Personal que incluyó las presidencias de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.
Por años mientras laboró en las filas policiales era reconocido como «Olivio Salguera», y él mismo lo reconoce a través de un video de la Policía que por años usó solo el segundo apellido. Fue hasta hace unos años que de pronto apareció firmándose como Olivio Hernández.
Poco después de 2007 cuando llegó al poder nuevamente el régimen Ortega Murillo, por poco le cuesta la salida de la institución pues por el hecho de haber trabajado de cerca de los presidentes anteriores le habría ganado la animadversión entre algunas autoridades, al igual que ocurrió con muchos oficiales que se desempeñaron en esa área durante esos períodos.
En ese entonces trascendió que por mediación del subdirector de ese entonces, Horacio Rocha, como una forma de salvarlo de que no fuera sacado de la Policía, lo trasladaron a otras áreas y a delegaciones lejanas.
En el video de la Policía, Salguera indica, que cuando ingresó a la la Dirección de Seguridad Personal lo designaron al área de comunicaciones que está encargada de garantizar las comunicaciones donde participaban los presidentes.
Durante la rebelión de abril, Hernández Salguera estaba a cargo de la Delegación de Masaya, la que había asumido en enero de 2018, pero la llegada del sancionado subdirector policial, Ramón Avellán, hizo que pasara desapercibida su presencia en ese departamento.
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