Tras cumplirse tres meses de pandemia en Nicaragua, el Ministerio de Salud (Minsa) mencionó por segunda vez en una de sus comparecencias sobre el avance de la covid-19, la palabra “pruebas”. Sin embargo, no lo ha hecho para indicar finalmente cuántas pruebas se han realizado en el país y cuáles son sus resultados, sino para advertir el supuesto ingreso “ilegal” de estos test. El científico Jorge Huete, doctor en Biología Molecular y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua (ACN), estima que el trasfondo de esta alerta del Minsa es “ocultar” el verdadero número de casos de covid-19.
“Las autoridades de Salud buscan ocultar la triste realidad a la que han sometido a la ciudadanía, desconocimiento del número de casos reales. La negativa a que se autoricen las pruebas de diagnóstico en el sector privado pretende ocultar que Nicaragua presenta uno de los índices de mortalidad más altos del continente, más de 262 por millón, que significa un índice más alto que el de Brasil, la nación más afectada de la región”, apunta Huete.
Agrega que el problema expuesto por el Minsa en realidad se pudo evitar, pues se dio porque “no ha autorizado debidamente a los hospitales privados para que importen las pruebas de diagnóstico apropiadas. Si eso se resolviera no tendríamos ningún problema de este tipo de pruebas no autorizadas, porque se estaría autorizando a los laboratorios que cuentan con sus debidos permisos para que importen lo requerido y esa sería la solución del problema, porque la gente tendría donde ir a hacerse la prueba”.
Sin embargo, el Minsa recalcó su postura discrecional al no dar detalles de las pruebas que han realizado hasta la fecha, tampoco se ha referido a las 26 000 pruebas rápidas que le donó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). En contraste, se limitó a asegurar que la “prueba de PCR en tiempo real es el único método aceptado para la identificación y confirmación de los casos de covid-19”, pues reclamó que las pruebas rápidas “son inespecíficas, brindan resultados con falsos positivos y falsos negativos, provocando un manejo inadecuado de los casos de covid-19, por lo que alertamos a la población para que no se dejen estafar por estas personas inescrupulosas”.
Huete cuestiona que esta postura lo que hace es mostrar que “mantienen la posición de que ellos son los únicos todopoderosos que pueden hacer las pruebas, sin embargo, en la práctica se ha demostrado que están desbordados, porque no pueden darse abasto para la magnitud del problema”.
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