Luego de la puesta en vigor de la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, se inició un freno para la cooperación internacional. We Effect, un centro cooperativo sueco, anunció el retiro de su presencia y trabajo en Nicaragua.
We Effect es la primera Organización No Gubernamental (ONG) en desligarse del país como consecuencia de la famosa Ley Putin, promovida por el régimen de Daniel Ortega.
Efecto dominó
Ante esta situación, expertos prevén un efecto dominó que causará abandono y desprotección a sectores poblacionales que viven en condición de pobreza.
El problema se agrava puesto que el Estado de Nicaragua no tiene la capacidad de cubrir estos vacíos que provocará el cierre de la cooperación internacional para el desarrollo.
Las comunidades y asociaciones que perdieron el apoyo cooperativo quedan vulnerables y sembraron la incertidumbre de superar el hambre y la pobreza.
We Effect cierra operaciones
La organización sueca trabajó durante 35 años en territorio nicaragüense. Durante esos años su cooperación internacional concentró el apoyo en asociaciones de mujeres agricultoras que luchan por el acceso a la tierra y la igualdad de derechos y oportunidades.
Asimismo, la organización desarrolló programas de desarrollo rural sostenible y programas de vivienda y hábitat.
No obstante todo este trabajo paró de inmediato luego que el pasado 11 de diciembre emitieran un comunicado informando el cierre de operaciones por orden de la sede de Estocolmo.
“La ley es otro ejemplo de que el espacio democrático se está reduciendo en el mundo. Especialmente durante la pandemia de COVID-19 hemos visto que las libertades y los derechos fundamentales de las personas se reducen”, declaró Anna Tibblin, Secretaria General de We Effect.
“We Effect ha analizado la legislación y no ve que haya ninguna forma viable de evitar la registración, y al registrarse sería imposible para la organización realizar un trabajo pertinente de cooperación para el desarrollo en el país”, explicó el comunicado oficial.
La Ley
Por su parte la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros confiere al Estado la capacidad de realizar espionaje financiero, intervenir fondos e incluso suspender personerías jurídicas.
Además esta ley obliga a toda las personas y organizaciones que reciben fondos financieros del exterior a inscribirse como agente extranjero.
Luego de ese registro se le prohíbe la participación en actividades políticas. De no cumplir con lo establecido, se castiga con multas, confiscaciones de bienes o la cárcel.