Pese a la tendencia del Ministerio de Salud por presentar pocos casos de contagio de coronavirus en Nicaragua, en comparación a otros informes médicos, la cifra de personas enfermas y fallecidas por Covid-19 sigue creciendo semana a semana.
De acuerdo a los reducidos datos oficiales, las muertes por Covid-19 en Nicaragua se elevaron al 18 de agosto a 133 tras sumar 5 en la última semana,.
Y los casos positivos aumentaron a 4,311 desde que se detectó la enfermedad en este país, a mediados de marzo pasado, según el último parte oficial.
De acuerdo al Minsa, los casos confirmados o probables por clínica aumentaron a 4,311 tras detectarse 196 nuevos en los últimos 7 días, según la ministra de Salud, Martha Reyes, en su informe semanal ante medios oficialistas.
Cifras lejos del Observatorio Ciudadano
Los datos oficiales contrastan con los presentados por el independiente Observatorio Ciudadano Covid-19, una red de médicos y voluntarios de toda Nicaragua que lleva una cuenta independiente.
Ellos contabilizan 9,646 contagiados y 2,626 muertos por neumonía u otros síntomas relacionados con la pandemia, hasta el pasado día 12 de agosto.
La ministra Reyes, a como es usual en sus breves informes, indicó que «se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas».
Información escueta
No dejó claro la cantidad exacta de esas muertes ni si los pacientes estaban diagnosticados con coronavirus.
El Minsa dice que hasta hoy, ha «atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 3,540 personas».
Otras 139 que permanecían bajo una condición similar «han cumplido el periodo establecido».
Además, reportó que un total de 3,211 pacientes se han recuperado.
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Gobierno contradictorio
El régimen de Nicaragua recientemente estableció que solo permitirá el ingreso a nacionales con certificado de Covid-19 negativo.
Ellos deben pagar su propio transporte desde el país de origen hasta sus casas, sus pruebas de Covid-19 y someterse a 14 días de cuarentena.
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Las autoridades de Nicaragua han explicado que la restricción intenta frenar la propagación del nuevo coronavirus en el país, sin embargo, promueven eventos públicos y no han suspendido las clases presenciales.
Este comportamiento, contrario a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, ha despertado preocupación en las dependencias internacionales dedicadas a la salud y a la defensa de los derechos humanos.
Ellos temen una segunda ola de contagios como los ocurridos entre abril y junio.