Por tercer año consecutivo, la ciudadanía en general y decenas de familias exigen una Navidad sin presos políticos en Nicaragua.
Desde el año 2018, luego de que en abril de ese año explotaran las protestas contra las reformas al seguro social, la ciudadanía opositora al régimen de Daniel Ortega ha sufrido acoso policial y detenciones arbitrarias.
Este 2020 no ha sido la excepción. Este año más de 110 personas continúan privadas de libertad en diversos sistemas penitenciarios distribuidos por todo el territorio nacional.
Sin Libertad no hay Navidad
En las redes sociales, organizaciones políticas promueven campañas en pro de la liberación de las y los presos políticos.
Sin Libertad no hay Navidad es el nuevo estandarte que organizaciones como la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y la Unidad de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses (UPPN) han divulgado a fin de crear conciencia y exigir la libertad de las personas encarceladas.
Las familias y amistades de quienes se encuentran privados de libertad continúan convergiendo y luchando.
De forma que algunos de los hashtags que se han empleado para promover el mensaje son #LibertadYa #LibertadParaLosPresosPolíticos y #NavidadSinPresosPolíticos.
No puede haber elecciones
“Iniciamos otro diciembre elevando la voz de nuestras familias, a tres años sin libertad y justicia seguimos sufriendo los atropellos de esta dictadura que continúa secuestrando, asediando, torturando y violando los derechos humanos en Nicaragua”, expresó un comunicado publicado por UPPN a través de la Mesa de Trabajo por las y los Presos Políticos, Libertad y Justicia.
“Son muchas las navidades que varias familias han pasado arrebatadas por esta dictadura de sus seres queridos que sufren prisión ilegal, exilio forzado y asesinatos en impunidad. Son 118 personas prisioneras políticas que están lejos de su familia por crímenes que no cometieron y que esta Navidad sus hijos, hijas, esposas, madres y familia les espera”, añadió el comunicado.
Finalmente, las familias de presas y presos políticos reiteraron que “no puede haber elecciones con personas aun secuestradas por la dictadura; que no puede usarse a las presas y presos políticos como ficha de cambio”.