La Iglesia Católica emitió un comunicado apelando a la esperanza y pidiendo el cese “a las torturas, las persecuciones a periodistas, el hostigamiento a las familias de los presos injustamente detenidos”.
“Gran incertidumbre”
El mensaje número 16 enviado hoy miércoles 6 de enero a través de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua inició alentando a la feligresía dada la “gran incertidumbre” que afronta Nicaragua comenzado el 2021, el año electoral que definirá el rumbo del país en los próximos cuatro años.
“Ninguna noche oscura es para siempre” reiteró el comunicado aludiendo a la carencia de derecho fundamentales del ser humano.
“Leyes injustas e inmorales”
Asimismo, el comunicado reafirmó la posición de la Iglesia Católica sobre la crisis humanitaria que se vive en Nicaragua desde 2018. Así pues critó y señaló las “leyes injustas e inmorales” con las que el régimen de Daniel Ortega intenta justificarse.
Así se refirió el mensaje público sobre el combo de leyes inconstitucionales aprobadas por la Legislación de 2020. Entre ellas se enumeran la Ley de Ciberdelitos, Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, Ley de inhibiciones y la eventual reforma sobre la instauración de la cadena perpetua por crímenes de odio.
Todas legislaciones promovidas por el régimen de Ortega y aprobadas por el voto mayoritario de la bancada sandinista en la Asamblea Nacional.
Estas leyes han sido rechazadas por la ciudadanía nicaragüense, líderes opositores e incluso la comunidad internacional.
Reconstrucción social
Además, los sacerdotes católicos manifestaron a través del comunicado su fe y confianza en Cristo para encontrar en Él la fuerza para reconstruir la nación.
“No cederemos al pesimismo ni a la desesperanza, por el contrario nos abandonaremos cada vez más en Él, Príncipe de la Paz, para construir una sociedad basada en la caridad la justicia, la verdad y las libertades fundamentales del ser humano, valores supremos de los que estamos careciendo”, se leyó en el comunicado.
Finalmente, el mensaje cerró rogando la bendición para “nuestro sufrido país” y el amparo de la Virgen María.