En una cama de tabla y sin donde hacer sus necesidades fisiológicas se encuentra una ancianita de 80 años que vive en el barrio Fátima, estas condiciones precarias afectan drásticamente su salud y hasta el momento solo los vecinos solidarios han cuidado de ella.
“Ella se llama Juana María, (desconocen el apellido) desde que se murió el compañero, esta señora vive abandonada de un lugar para otro” asegura una vecina.
A través de la solidaridad de los vecinos que gestionaron que la ancianita se quedara en una vivienda que esta deshabitada en el barrio, es que Juana María tiene techo donde dormir, sin embargo, la vivienda no presta las condiciones necesarias para habitarla.
“El hijo bebe bastante, sale a hacer chambas y nunca le trae nada”, lamenta una vecina cercana.
La condición de salud de la ancianita está deteriorada
“Esta señora pasa mucha hambre y frio aquí, pasa con bastante calentura y dolor de huesos y dice que es diabética” las condiciones de salud están deterioradas afirma vecina, también le preocupa el estado mental de la ancianita.
El temor de los vecinos es que la ancianita aparezca muerta, ya que pasa todo el día sola.
El llamado es a las autoridades competentes para brindarle atención a los adultos de la tercera edad.
Ya que hay una creciente población de adultos mayores que están en el olvido, y que deambulan por las calles injiriendo alcohol.
También se hace el llamado a familiares de esta señora y a personas solidarias que puedan brindar su apoyo.
El Centro de atención Psicosocial (CAPS), ayuda a estos ancianos, sin embargo es necesario un lugar de atención integral para esta población vulnerable ante la desprotección de los familiares.