La Navidad es una época en la que, fácilmente, se pueden ganar un par de kilos o más. Sin embargo con un poco de disciplina podemos degustar de lo que haya en nuestra cena familiar.
Diciembre es un mes repleto de festejos para compartir con la familia, los amigos e incluso con los compañeros de trabajo. Es un período en el que muchos nos relajamos y descuidamos la dieta, sobre todo en Navidades, con la excusa de que es una vez al año y que al comenzar el nuevo año uno de nuestras resoluciones será perder peso.
Resulta difícil no caer en las tentaciones que nos ofrecen la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, donde abundan los alimentos ricos en grasas saturadas en los aperitivos y el postre, y no faltan los brindis con cava, vino u otras bebidas alcohólicas y azucaradas.
Consejos para evitar los excesos en Navidad
Opta por unos aperitivos y un menú más saludables
Como aperitivos, puedes preparar salsas naturales como humus, guacamole o bien un paté de salmón, y acompañarlos de bastoncitos de verduras, tomates cherry, galletas integrales, aceitunas y frutos secos (ricos en ácidos grasos de tipo Omega 3 que ayudan a mantener la salud del corazón).
Elige pescados como el salmón y el besugo, o bien un pavo, para tu menú navideño y cocínalos al horno o a la plancha, y acompáñalos con verduras, patatas cocidas o ensaladas, en lugar de puré u otros acompañamientos ricos en calorías.
Respeta los horarios de comida
¿A quién no se le ha ocurrido que saltándose comidas durante el día podrá comer sin culpas en la cena de Nochebuena o de Año Nuevo? Pues, si haces esto descubrirás que cuando llegue la hora de la cena tendrás más hambre de la normal y terminarás comiendo más de la cuenta.
Ojo con el consumo de alcohol
En las fiestas de fin de año son muchos los brindis con cava, vinos y otras bebidas alcohólicas. Procura beber con moderación (dos copas de cava o vino son suficientes) y aumenta la ingesta de agua para compensar. El alcohol solo aporta calorías (calorías vacías) y casi no tiene nutrientes.