El gobierno de El Salvador pidió a las autoridades panameñas y a los líderes de la sociedad civil que habiliten un corredor humanitario que permita a los transportistas salvadoreños, afectados por los cierres de vías en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, regresar a su país.

En un comunicado, el gobierno de Nayib Bukele expresó su más profunda preocupación por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los transportistas salvadoreños afectados por el cierre de las carreteras en Panamá.

Desde el pasado 20 de octubre, se viven en Panamá bloqueos en la carretera Interamericana y manifestaciones contra una ley que establece un contrato entre Minera Panamá, filial de la canadiense First Quantum Minerals, y el Estado panameño.

Según Cancillería de El Salvador, a través de su embajada en Panamá, por más de 30 días, se han atendido las necesidades de alimentación y de salud de los conductores, en estricto sentido humanitario.

Sin embargo, hasta este momento ha sido imposible concretar una solución para los conductores que continúan varados en territorio panameño.

“Apelando a las históricas relaciones de amistad y cooperación existentes entre El Salvador y Panamá, nuestro país hace un llamado a las autoridades competentes y a los líderes de la sociedad civil que mantienen los cierres de vías a que habiliten un corredor humanitario para que nuestros compatriotas puedan salir de Panamá a la mayor brevedad posible”, señaló Cancillería.

Algunos conductores que se encuentran varados en los cierres en el oriente chiricano, sufren de problemas de salud como diabetes y otras enfermedades crónicas, y están a punto de quedarse sin insumos.

El día anterior de la declaración del gobierno salvadoreño, se registró un incidente donde uno de estos transportistas resultó herido, al ser atropellado por un conductor que intentaba pasar uno de los cierres en Chiriquí.

Respuesta de grupos indígenas del oriente chiricano

Ante el llamado de El Salvador, el líder indígena de la comarca Ngäbe-Buglé, Toribio García, respondió que están dispuestos a permitir la salida de los conductores salvadoreños.

“Nuestra lucha no es contra los camioneros de Centroamérica, es contra el gobierno opresor de Panamá que ha querido vender nuestra patria a la empresa extranjera para que destruya nuestra tierra”, afirmó García.

El dirigente indígena añadió que tienen la buena voluntad de acoger esta petición. Sin embargo, para la apertura total de la carretera, se deben poner de acuerdo con otros grupos que aún mantienen bloqueos en algunas zonas de la provincia.

Panamá lleva más de un mes de cierres de calles y carreteras, que han afectado principalmente a las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro, dejándolas sin abastecimiento de gas propano, gasolina y medicamentos.

Los panameños exigen al gobierno la terminación del contrato-ley que permite a Minera Panamá extraer y vender cobre y otros minerales por 20 años, con opción a una prórroga de 20 años más.

Diversas agrupaciones de la sociedad civil han advertido que el daño ambiental es incalculable, ya que una importante área del Corredor Biológico Mesoamericano ha sido arrasada por esta actividad minera a cielo abierto. VOA

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