Cuatro niños indígenas sobrevivieron a un accidente aéreo en el Amazonas en el que murieron tres adultos y luego deambularon solos por la selva durante 40 días antes de ser encontrados con vida por soldados colombianos.
Funcionarios en el país sudamericano anunciaron su rescate el viernes, trayendo un final feliz a una saga con altibajos mientras los buscadores peinaban frenéticamente a través de la selva buscando a los jóvenes.
Para el sábado, mientras los niños recibían tratamiento en un hospital militar en la capital, Bogotá, no estaba claro cómo lograron sobrevivir los hermanos, incluido un bebé de 11 meses.
El presidente Gustavo Petro celebró la noticia a su regreso de Cuba, donde firmó un cese al fuego con representantes del grupo rebelde Ejército de Liberación Nacional. Se espera que se reúna con los niños este sábado.
Petro los calificó de “ejemplo de supervivencia” y pronosticó que su saga “quedará en la historia”.
Damaris Mucutuy, tía de los niños, dijo a una estación de radio que “los niños están bien” a pesar de que los encontraron con signos de deshidratación y picaduras de insectos. Mucutuy, quien llegó al hospital en la madrugada con otros familiares, dijo que a los niños se les habían ofrecido servicios de salud mental.
Un video de la fuerza aérea mostró un helicóptero usando cuerdas para levantar a los jóvenes porque no podía aterrizar en la densa selva tropical donde fueron encontrados. La nave voló en la luz mortecina, la fuerza aérea dijo que se dirigía a San José del Guaviare, un pequeño pueblo al borde de la selva.
No se dieron a conocer detalles sobre cómo los cuatro hermanos de 13, 9, 4 y 11 meses lograron sobrevivir solos durante tanto tiempo, a pesar de que pertenecen a un grupo indígena que vive en la remota región.
El viernes, el ejército tuiteó imágenes que mostraban a un grupo de soldados y voluntarios posando con los niños, que estaban envueltos en mantas térmicas. Uno de los soldados acercó un biberón a los labios del niño más pequeño.
El accidente ocurrió en la madrugada del 1 de mayo, cuando la avioneta Cessna monomotor a hélice con seis pasajeros y un piloto declaró emergencia por una falla en el motor.