“Aquí no hay agua, el sol le da a la carne, no hay ni siquiera un baño. Ellos no están cumpliendo con lo que nos ofrecieron y nos hacen cumplir a nosotros con el pago”, comentan algunos comerciantes del Nuevo Mercadito de Bluefields.
Hace algunos meses la Alcaldía de Bluefields y el Ministerio de Salud movieron a los productores y vendedores que se ubicaban dispersos en todas las calles céntricas de la cuidad, hacia el galerón donde funcionaba la terminal de buses en el muelle municipal, asegurando que ahí tendrían mejores condiciones para la venta de los productos.
Falta de condiciones
Sin embargo, los comerciantes cansados de la falta de condiciones en este local se quejan constantemente, ya que en esta nueva ubicación no hay agua potable.
“Nos hace falta que esto esté limpio, que le den prioridad a esto, aquí no hay autoridades, porque aquí nadie hace nada por nadie…. exigimos limpieza” reclama Joaquín Morales comerciante del Nuevo Mercadito.
Los comerciantes de carne de cerdo, res, yuca, quequisque, plátanos, naranja, chiles entre otros productos; ofrecen a precios favorables sus productos a las familias costeñas. Lo que de alguna manera ayuda a mitigar los inalcanzables costos de la canasta básica nicaragüenses.
La intención de reubicar a los pequeños negocios informales que avanzaban rápidamente en las calles era buena, ya que causaba desorden en el trafico de vehículos y peatones. No obstante, los comerciantes merecen un ambiente limpio y sanitario que no perjudique la calidad de los productos. Más aún el de las carnes, que deben ser manejadas con mucho cuidado.
Algunos vendedores se reúsan a entrar al local porque no hay salidas de agua fluviales y cuando llueve se inunda.
Los comerciantes solicitan a las autoridades mejores condiciones para poder trabajar y así ofertar a las familias, la venta de productos a precios accesibles.
Impuestos mensuales
Los pagos son mensuales “nosotros aquí estamos pagando un impuesto, y no tenemos que estar así”.
Hasta 290 córdobas en total es el pago que debe hacer cada uno de los vendedores, expresa el comerciante Antonio Suarez.
Muchos comerciantes viajan desde la comunidad de los Limones hasta Bluefields para vender sus productos con el anhelo de regresar a su casa al finalizar la tarde con sus pequeñas ganancias, y con la perdida que presentan los vendedores con la lluvia y el sol, el sobre gasto de pagar un baño para hacer sus necesidades y el trasporte, terminan con muy poco o nada de ganancias.
El antes y después de este local
Este popular local del muelle municipal fue un quiosco en los inicios de 2013. Cuando la alcaldesa Karla Martín remodeló el espacio con fines turísticos, preparando condiciones para la XII Convención Nacional de Turismo, con sede Bluefields.
La remodelación del muelle municipal incluye la Plaza Municipal, bulevar, quiosco y calle de acceso, todo para mejorar la entrada a la ciudad.
Más “cambios“
También se refirió al deseo de dar una imagen del Bluefields tradicional. Por eso están trasladando a otro lugar el muelle de carga y de esa manera lucir con mayor atractivo la entrada principal, con un bulevar y un parque en mejores condiciones.
Asimismo se trabajó en ampliar y mejorar la infraestructura turística, cuya inversión asciende a 1 millón 460 mil córdobas de los fondos de transferencia municipal.
Luego de unos meses el quiosco se convirtió en el entorno más cómodo para alcohólicos, drogodependientes y delincuentes. Es decir “un nido de delincuencia” que al caer la noche se convertía en un riesgo para vecinos y personas que transitaban por esa zona.
Al iniciarse el uso de la carretera Bluefields – Nueva Guinea – Managua, este mismo quiosco se convirtió en “la venta de boletos para viaja a Managua. En la actualidad sirve como un local que acoge a productores y comerciantes de las comunidades aledañas a Bluefields.