Una frase que se ha convertido en el lema de muchos periodistas, que reclaman por una libertad de prensa en Nicaragua.
Las protestas civiles del 2018, se convirtieron en la gota que derramo el vaso, un vaso lleno de violaciones a derechos humanos para los nicaragüenses.
Periodistas que buscaban informar sobre la masacre perpetrada por policías, paramilitares y fanáticos a niños, jóvenes y ancianos, en aquellas protestas civiles.
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¿Dónde ha quedado la libertad al ejercer periodismo?
Donde la única arma eran micrófonos, cámaras, con el objetivo informar, y esto se convirtió en un elemento más, para criminalizar la labor de los hombres y mujeres de prensa.
Ser una vos critica al gobierno de Ortega, representa “atenerse a las consecuencias,” allanamientos, persecución, hostigamiento, asedio.
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Eso por nombrar algunas violaciones a nuestros derechos fundamentales, como seres humanos, como nicaragüenses y como periodistas lamenta Carlos Eddy Monterrey.
“Hemos asumido el reto, con mucho valor” afirma Ileana Lacayo Periodista Independiente.
Lacayo quien tuvo que salir al exilio forzado, luego de ser una víctima más de la dictadura de ortega, cuando su vida corría peligro con la posibilidad de enfrentar un proceso de encarcelamiento arbitrario.
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Modos de operación de la dictadura para sacar de circulación a quien no es de su agrado.
Procesos judiciales viciados
Para los hombres y mujeres de presa los procesos judiciales viciados, han sido otra del gobierno para iniciar un “desgaste emocional”
Con amenazas de encarcelamiento, campañas de desprestigio, asedio y ahorcando cada vez mas los bolsillo de los periodistas.
Significativamente los comunicadores cuentan con el respaldo y apoyo de la población y no solo con la de Bluefields, también con el apoyo de la mayoría de Nicaragüenses.
Sin Libertad de Prensa, no hay Libertad