En Bluefields, la época más festiva históricamente iniciaba en diciembre. Arrancaba con los preparativos para Navidad y una temporada de serenatas. Durante la época lluviosa del año las familias hacían ahorros para estar preparados durante la temporada de festividades. Sembraban cultivos especiales como sorrel, arroz, tubérculos y criaban cerdos, pavos o gallinas.

Cuando llegaba el mes de diciembre comenzaban a preparar jamones ahumados y bebidas de frutas que ponían a fermentar, también comenzaban a preparar variados horneados de harina. Desde mediados de diciembre había un olor especial en el ambiente y una limpieza especial en toda la comunidad.

La preparación para Navidad era algo especial, la mayoría de miembros de cada familia estaban ocupados en una u otra actividad. Los músicos alistaban sus instrumentos y canciones para las serenatas, las costureras y sastres elaboraban o reparaban vestimenta para muchas personas, los jóvenes rompían sus alcancías, otros preparaban los patios y las casas y las amas de casa, con la ayuda de hijos e hijas se dedicaban a la preparación de alimentos que incluían vinos y cervezas de frutas, carnes de animales domésticos y de caza de animales como la guardatinaja.

El ambiente cotidiano de la antigua fiesta

La solidaridad y el compartir era parte de la vida diaria de los habitantes de Bluefields pero Navidad era una época especialmente para compartir con familiares, amigos, conocidos y desconocidos. Los preparativos por lo tanto en cada hogar eran para el recibimiento de dichas visitas que llegaban a las casas el 25 de diciembre.

Las visitas generalmente llegaban en grupo a una casa durante el día, cantaban la serenata para alegrar a la familia, la cual les servía un poco de lo que habían preparado en la casa. Se iban luego a otra casa donde sucedía lo mismo. Una misma casa recibía muchas visitas durante todo el transcurso del día.

Si los visitantes a una casa llevaban instrumentos musicales para su serenata interpretaban las canciones que tenían preparadas. Muchas veces la serenata era de una sola canción, que generalmente bailaba uno o varios miembros de la familia visitada.

Cuando la familia le encantaba la serenata y cuando tenían condiciones favorables, pedían una o varias canciones adicionales y servían mas de la comida, sopa o bocadillos y bebidas que tenían preparado, ésta serenata entonces se alargaba. Cuando los visitantes llegaban sin instrumentos musicales de todas maneras se hacia la serenata bailable marcando el ritmo con las palmas de la mano.

Se sabe de la celebración de estas fiestas navideñas caseras desde la existencia de las primeras dos comunidades de Bluefields (Old Bank & Cotton Tree) cuando nacieron nuevos barrios, en todas sus casas se mantuvieron las mismas costumbres y tradiciones.

Un par de niños bailando Palo de Mayo en los años ochenta. Foto | Archivo | La Costeñísima
Un par de niños bailando Palo de Mayo en los años ochenta. Foto | Archivo | La Costeñísima

“Old Christmas” y “Old New Year”

Ocho días después de la Navidad, nuestros antepasados comenzaban otra fiesta casera que llamaban la Vieja Navidad (Old Christmas).

Por la noche se servía la sopa, en la cual, sí un invitado cometía alguna falta alrededor de la mesa, o si llegaba tarde, tenía que trabajar en la cocinada de la siguiente sopa, para la continuación de la fiesta cada ocho días. Esta clase de fiesta era también danzante y habían competencias para grupos de bailarines en “cuadrill”, aunque no todos los invitados podían participar en la competencia.

Después de la Navidad y el inicio del Año Nuevo iniciaban las fiestas populares en campo abierto. Las festividades y festivales continuaban desde el primero de enero y los ocho días siguientes que se conocían con el nombre de “ Viejo Año Nuevo”, o en inglés, “Old New Year” y así continuaban por todo el mes de enero y febrero.

Los juegos tradicionales en las fiestas

Durante los festivales, se efectuaban juegos de palo lucio, chancho lucio y boliche, o “Quitiali”, rajabull (torovenado) Se hacían asimismo, concursos de todo tipo, entre los cuales destacaban las carreras de botes de vela o de remos, carreras de caballos, criquet para hombres y mujeres, que luego se convirtió en béisbol.

Otro juego que se hacía durante esas celebraciones era el “Sham Fight” o “Batalla Falsa”. Todo el pueblo de Bluefields tomaba parte en uno u otro de los distintos juegos, los cuales resultaban muy divertidos y se vendía todo tipo de comidas y bebidas típicas preparadas por los habitantes de la comunidad. Con el tiempo incluyeron en estas fiestas la quema de pólvora que estaba a cargo de especialistas adultos (sobre todo de Old Bank) y minstrel show (teatro popular).

Un “break” en las festividades

En 1849 se estableció la iglesia Morava en Bluefields para iniciar el proceso de evangelización de los caribeños. A partir de esa fecha, cada año las festividades se suspendían por completo desde el primer día de la cuaresma (Lent) en febrero o marzo, en la cual no se bailaba, sino que era una fiesta religiosa en la que igualmente participaban todos. Esto era muy respetado, las personas en esta época iban con frecuencia a la iglesia, también preparaban comidas especiales (pozol de almendro, almíbar, pan bon, pescado seco…) no hacían paseos, ni subían a los árboles.

Después de la Pascua de Resurrección, se iniciaban nuevamente las festividades o festivales; que se efectuaban tanto de día como de noche. La primera actividad era de paseos o picnic el Lunes de Pascua. En esta época seca de verano, los novios también acostumbraban llevar serenatas a sus amadas, pero esto era durante las noches de luna. La época de festividades públicas terminaba en mayo con los bailes del Palo de Mayo para celebrar el fin de la época seca y la alegría de las lluvias para los cultivos.

Son muy pocas las costumbres ancestrales que se mantienen en Bluefields y resto de la Costa Caribe. Hoy día la preparación para Navidad, para la época seca y para la cuaresma no es tan cuidadosa, aunque todavía muchas familias siguen la tradición de hacer similares preparativos para las comidas o compartir con las visitas. Sin embargo, por diversas razones la mayoría han abandonado las costumbres de los ancestros de las serenatas, los arreglos de las casas y sus jardines, y han adoptado nuevas costumbres como las de ir a fiestas y paseos durante la Cuaresma y especialmente durante la Semana Santa.

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*Johnny Hodgson Deerings es historiador costeño. Este artículo es parte de una serie de escritos que él elaboró sobre el Palo de Mayo y se reproducen en lacostenisima.com con su autorización.

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