Plantón

Periodistas independientes del Caribe Sur son víctimas de una campaña de difamación, que califican como una “conspiración criminal”, de parte de grupos afines al Gobierno, que buscan “inculparlos” en el asesinato del periodista blufileño Ángel Gahona, ocurrido el 21 de abril mientras cubría una de la primeras protestas de esa ciudad en contra del presidente Daniel Ortega.

La información ha sido publicada por el Diario La Prensa y la revista digital www.confidencial.com.ni, cuya nota reproducimos en esta publicación.

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Blufileños y periodistas locales participan en una protesta para demandar justicia por el asesinato de Ángel Gahona y demandar respeto al derecho a la protesta ciudadana. Cortesía | La Costeñísima

Según los periodistas caribeños, los mensajes contra ellos han sido difundidos a través de grupos de Whatsapp y Facebook de simpatizantes orteguistas, orquestados por “cuentas falsas”.

A la periodista Ileana Lacayo se le señala en estos comunicados de “haber recibido dinero y orientaciones del señor Félix Maradiaga”, director del Instituto de Estudios Estratégico de Políticas Públicas (Ieepp), quien también ya ha sido señalado por la Policía Nacional como “financiador de la agrupación criminal Viper”, aunque finalmente la Fiscalía no presentó ningún cargo.

Lacayo ha denunciado públicamente el acoso que ha recibido de “desconocidos”, que incluso han entrada a su casa. Ella, junto a otros periodistas locales, han demandado una investigación “exhaustiva” en el caso de su colega asesinado, Ángel Gahona.

Angel Gahona
El periodista Angel Eduardo Gahona, en una foto de su perfil de Facebook. | La Costeñísima

También acusan a periodista viuda de Gahona

De igual manera, se acusa a los periodistas locales Suyen Sánchez, Jesús Salgado, Neyda Dixon, Migueliuth Sandoval (viuda de Ángel Gahona), Jessileth Henríquez y Yolidia Navas, porque según la “difamación” Lacayo “les asigna la tarea de utilizar sus espacios noticiosos (radio, televisión y redes sociales) para exacerbar los ánimos, auspiciar actividades vandálicas y culpar al Gobierno”.

Los periodistas “rechazan absolutamente” estas declaraciones, y a través de un pronunciamiento sostienen que  “quienes conocen de su labor, saben que este grupo de periodistas, y otros más, se dedican a buscar información noticiosa cotidianamente y en condiciones difíciles. Aún así, la honestidad es una de sus características” y aseguran que “sus ingresos provienen de contratos legítimos con empresas de Bluefields y otras localidades”.

Además afirmaron que reservarán su derecho a recurrir a las instancias pertinentes para que “los autores de este libelo sean reprendidos legalmente por faltar a la verdad”.

Acusaciones contra La Costeñísima

También La Costeñísima, que comenzó como una radio comunitaria en 2001, es víctima de asedio. La publicación difundida en los grupos afines al Gobierno de Daniel Ortega la señalan como “el principal medio opositor al Gobierno sandinista”, y a su director Sergio León Corea, de tener “una sólida relación con la Embajada de Estados Unidos”. El hijo mayor del director del medio, Yasir León Flores, también es mencionado en las acusaciones, por supuestamente promover la destrucción de un rótulo con propaganda oficialista, bajo órdenes de Lacayo.

Los periodistas también desmientes estas acusaciones y sostienen que La Costeñísima “se caracteriza por su independencia editorial y la inclusividad en las coberturas informativas”.

“Grupos ligados y funcionarios de Gobierno se han dedicado al desprestigio y a instigar a periodistas de Bluefields, disfrazado en perfiles falsos, publicaciones compartidas y viralizadas por la red institucional que opera con complicidad del Gobierno de Ortega y Murillo”, demandó el grupo de periodistas independientes de la Costa Caribe.

Este sábado, a través de redes sociales, también se han revelado los planes de una campaña oficialista para ganar “la guerra” en redes sociales, a través de la creación masiva de correos, para crear perfiles falsos en redes, desprestigiar las publicaciones de medios independientes y saturar las líneas telefónicas de programas de debates.

*Lee aquí la nota original publicada en Confidencial.

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