Las 16 comunidades del territorio indígena Awaltara Luhpia Nani Tasbaya se quedaron en el olvido luego de ser fuertemente afectadas tras el paso de los huracanes Eta e Iota, que azotaron al país en menos de dos semanas.
Estos huracanes destruyeron tras su recorrido más de 500 casas en su totalidad y otras 1800 casas con diversas afectaciones.
Hay “iglesias destruidas, colegios destruidos, sin techo, casas culturas, casas comunales, incluso algunos albergues estamos viviendo en esta situación. Todos los pozos de las comunidades están bien contaminados”, confirmó Haydé Bautista, dirigente del territorio Awaltara.
Asimismo, un poblador de la comunidad Kara, perteneciente al territorio indígena Awaltara, declaró que ahí hay aproximadamente 20 casas que quedaron destruidas por completo.
Destrucción agrícola
Estás comunidades son agricultoras por excelencia, pero la estela del huracán Iota dejó la mayoría de los cultivos destruidos.
“El huracán Iota destruyó plantaciones, grandes huertos de allá río arriba, con la llenada del río se ha llevado todos los siembros”, dijo otro poblador afectado por los estragos causados en la desembocadura del Río Grande.
“Las comunidades del río arriba hasta el momento todavía se encuentran con inundaciones por favor tomen conciencia y piensen que mucha gente vive bien en su casa, pero hay muchas familias, muchos niños, muchos ancianos que están fuera de sus casas y tienen que estar posando en la casa de familiares amistades o debajo de un plástico. Por favor pido auxilio tanto nacional como internacional”, reiteró Haydé Bautista tratando de apelar a la empatía y la solidaridad.
Sin ayuda humanitaria
De igual forma, habitantes de las diversas comunidades de Awaltara denuncian que aún no han recibido ayudas humanitarias, ni visitas de las autoridades gubernamentales.
Ello pese a las serias afectaciones que sufren las comunidades como producto del paso de ambos huracanes.
“Han pasado 8 días y en ninguna de las localidades han visitado nuestra autoridades regionales. No ha venido ninguna ayuda humanitaria tanto del nivel nacional regional, como del nivel internacional”, denunció Bautista.
Otro poblador del territorio Awaltara también coincidió, pues dijo que “las familias afectadas esperan la ayuda de organismos de gobierno, sin embargo no hay respuesta porque sólo se habla de la costa Caribe Norte”.
Igualmente, otro ciudadano comentó que “las familias han quedado en las calles”.
Él, particularmente, perdió la casa pastoral donde trabaja. “El Huracán Iota ha sido una gran tragedia para nuestras familias aquí en estas zonas”, agregó.
Finalmente, las necesidades que buscan satisfacer con mayor urgencia se refieren a la falta de alimentos, agua potable y materiales de construcción para reparar sus viviendas.
Mientras tanto, la Iglesia Católica de Bluefields continúa con la recolección de víveres para apoyar a las familias damnificadas en Karawala, donde el impacto de la pandemia por Covid-19 continúa sumando a la situación de pobreza y destrucción.