La sexualidad es un tema efectivamente muy difícil de abordar entre adultos, pero, con los hijos se vuelve un total rompecabezas.

A veces los hijos e hijas conocen mucho más de sexualidad que los adultos, ya que se han documentado en diferentes navegadores, otros en cambio, desconocen este mundo que se debe explorar por derecho e identidad.

Sin embargo, las sociedades machistas han relacionado el termino sexualidad con la morbosidad, y lo han clausurado para los menores, por el simple hecho de ser algo de adultos.

No obstante, hablar de la sexualidad con los hijos es importante para que conozcan su cuerpo, que entiendan los cambios que se producen en él y cuál es el motivo de estos cambios. Transmitiendo sentimientos, ideas y valores familiares para asegurar que los jóvenes adquieren una visión adecuada de la sexualidad.  Esta información no debe ser solo biológica, sino también emocional, de respeto hacia su propio cuerpo y hacia el de los demás. Sólo lo conseguiremos a través de una educación afectivo sexual.

Las pautas que recomendamos para una buena comunicación son las siguientes:

  • Hablar con libertad y naturalidad de los temas relacionados con la sexualidad.
  • Contestar todas las preguntas que les hagan sus hijos e hijas (respetar la intimidad tanto de ellos y ellas como nuestra, aceptar que hay cosas que no se saben y buscar conjuntamente las soluciones).
  • Hay muchos aspectos que influyen en la sexualidad en la adolescencia, uno de ellos puede ser la falta de confianza de las personas adolescentes en sus padres y madres para hablar sobre sus inquietudes. Esto, añadido a las expectativas y a la necesidad de aceptación que muchos y muchas adolescentes sienten, puede llevar a que se asuman riesgos, exponiéndose así a embarazos no deseados y a infecciones de transmisión sexual (ITS). Por ello, para tener una sexualidad saludable, es fundamental una adecuada educación afectiva sexual.
  • Informarnos, madres y padres, sobre estos temas.
  • Hablar de riesgos, pero no para infundir miedo.
  • Utilizar un lenguaje asertivo.

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