Trastormos alimenticios

Cada día se observan más adolescentes con algún trastorno de la conducta alimentaria, quizás esto se debe a los medios y los estándares de belleza que nos imponen, a nuestra cultura o a nuestras creencias.

Hoy por hoy este tipo de trastornos es la tercera enfermedad crónica más común en mujeres adolescentes, y cada vez va creciendo más el número de hombres que lo tienen. 

Un trastorno alimenticio es un problema que desarrollan algunas personas en relación a la comida y al control del peso, lo que lleva a estas personas a llegar a los extremos. Frecuentemente, estos trastornos aparecen en la fase de adolescencia, y estos tienen una gran influencia en el bienestar de los jóvenes, pudiendo llegar a ocasionar graves problemas de autoestima y aislamiento que pueden afectar tanto en el ámbito más personal, como en el familiar y social.

Desde el hogar hemos de prevenir la aparición de trastornos alimentarios en adolescentes. Las rutinas familiares, el estilo de crianza y la comunicación son claves a este respecto.

La familia es un agente socializador de primer orden: transmite valores y hábitos e influye significativamente en el modo de vida de los jóvenes. Las actitudes aprendidas respecto a la comida, al propio cuerpo, a la imagen y a la salud física y mental pueden funcionar como factores protectores o predisponentes de este tipo de trastornos.

Lea sobre: “Lo dedico al país que amo”: la nicaragüense Gioconda Belli gana el Premio Reina Sofía de poesía

Es importante mencionar que estos trastornos son “multifactoriales” esto quiere decir que existen muchas cosas o factores que los causan entre ellos están:

  • Las redes sociales y los estereotipos inalcanzables.
  • La creencia cultural de qué si uno tiene un mayor peso, fracasará.
  • La persona que tiene este trastorno, suele ser una persona con una autoestima baja, inflexible y muy perfeccionista.
  • Haber sido humillado por su peso.

Recomendaciones para prevenir trastornos alimenticios

  1. Educar y fomentar una alimentación saludable, sin caer en extremos (dar el ejemplo).
  2. Promover una actividad física moderada, que idealmente involucre socialización.
  3. Favorecer la construcción de una autoestima adecuada.
  4. Evitar poner un excesivo énfasis en el peso y la figura.
  5. Informar a tus hijos que no es recomendable hacer dietas, porque muchas de ellas son contraproducentes.
  6. Evitar que los jóvenes realicen dietas agresivas, porque éstas suelen ser el punto de entrada a los trastornos alimentarios.
  7. Frente a la evidencia de dietas inapropiadas, preocupación excesiva por el peso, baja o incremento importante de peso, indagar cuanto antes con un especialista.

El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria busca, en primer lugar, la recuperación del peso, la rehabilitación nutricional y la normalización de hábitos alimentarios saludables.

Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones

A %d blogueros les gusta esto: