Gabriela Alemán, una joven hija de nicaragüenses y salvadoreños nacida en San Francisco, California, dice que no sabía de la cultura de Nicaragua hasta que a los 21 años conoció en un evento comunitario a un grupo de baile de una organización llamada “Chavalos de aquí y de allá”.

“Ahora sí puedo decir que conozco de mi identidad”, dijo Alemán a la Voz de América. Antes no se sentía “como otras latinas”, contó.

Alemán se hizo voluntaria de “Chavalos” y desde entonces participa en grupos de bailes. Su baile preferido es “El Güegüense”, que combina teatro, danza y música y se considera una de las expresiones más distintivas de la era colonial de América Latina.

“Esto me trae mucha alegría, y la razón por la cual me estoy involucrando con el grupo es que esto no sólo es para mí, es para la próxima generación”, dijo Alemán. “Yo sé lo que es crecer con tres identidades, nacida aquí en Estados Unidos, pero de dos partes de Centroamérica y no sintiéndome 100 % de una ni de otra. Pero con este grupo se reivindicaron mis raíces”, dijo.

Un proyecto cultural

“Chavalos” surgió en 2010 con el fin de promover la cultura nicaragüense en San Francisco, California, una de las ciudades con más inmigrantes en EEUU, dijo su fundador, Eric Leiva, quien nació en California de padres nicaragüenses.

Un análisis del Pew Research Center de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de la Oficina del Censo estimó en 2021 que unos 450.000 hispanos residentes en EEUU son de origen nicaragüense, una población que se concentra principalmente en los estados de Florida, California, Texas, Nueva York y Maryland.

“Por medio de Chavalos buscamos inculcarle a nuestra juventud las tradiciones de Nicaragua como son el folklore, la danza y la música. Tenemos niños que tal vez nacieron en Nicaragua y se vinieron a temprana edad a San Francisco, y quieren seguir sus tradiciones; tenemos niños que son nacidos aquí que los padres quieren inculcarles la cultura nuestra”, explicó Leiva.

Afiliarse a la organización no tiene costo, sin embargo, su fundador explica que al entrar se adquiere un compromiso de continuar en las clases. “Chavalos” sobrevive de donaciones de personas apasionadas por el arte, y con ello pagan a los profesores que dan clases de danza y los gastos operativos, como un nuevo local en el Distrito Latino, en San Francisco.

Ganaron el tercer lugar este año en el carnaval de San Francisco, donde participaron grupos de baile de varios países.

Miguel Ángel Moya Argüello, quien llegó a San Francisco junto a su mamá y su hermana en 2018 cuando tenía 15 años, dijo que desde pequeño tuvo anhelos de formar parte de grupos folklóricos en su país, pero debido a la crisis política no tuvo la oportunidad de hacerlo. Jamás pensó que podría lograrlo en el extranjero, dijo.

“Ahora acá estoy cursando mi tercer año de universidad y muchas veces el grupo me informa que tengo una presentación, y trato de priorizar los fines de semana, vengo de mi universidad a San Francisco para estar en los ensayos. Me apasiona. Ser parte del grupo me recuerda mucho a Nicaragua. Es la forma que he encontrado de estar cerca de mi patria”, dijo Moya Argüello.

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