El estado de Texas está demandando al gobierno federal de Estados Unidos contra el uso de la aplicación CBP One, argumentando que este mecanismo que usan los migrantes para concertar citas en la frontera para entrar a EEUU alienta la inmigración ilegal.
La demanda, entablada el martes, es el más reciente recurso legal que ataca distintos aspectos del plan del presidente Joe Biden para lidiar con la migración después de levantarse la restricción al asilo implementada durante la pandemia conocida como Título 42.
Texas alega con el uso de CBP One Washington básicamente está alentando a las personas a venir a Estados Unidos aun si no tienen los argumentos legales para quedarse.
“El gobierno de Biden concibió deliberadamente esta app con el objetivo de preaprobar ilegalmente a más extranjeros para entrar al país y que vayan a donde les plazca una vez que lleguen”, dijo el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en un comunicado de prensa.
Aunque la demanda gira en torno a la aplicación, busca desestimar todo el nuevo plan de asilo que entró en vigor después de expirar el Título 42 el 11 de mayo.
La orden hace que obtener el asilo sea sumamente difícil para los migrantes que viajaron hacia la frontera sur si primero no solicitan protección en un país que hayan atravesado en su camino hacia Estados Unidos o si no presentan una solicitud a través de la aplicación.
El uso de la aplicación es parte fundamental del plan del gobierno para crear un sistema más ordenado en la frontera, pero cuando fue lanzada en enero recibió fuertes críticas debido a que presentaba problemas tecnológicos y al hecho que desde entonces la demanda ha superado por mucho los espacios disponibles.
Los migrantes pueden concertar citas para un puerto de entrada en particular, cinco de los cuales se encuentran en Texas.
Texas argumenta que, según la ley federal, las personas que entren ilegalmente al país, con raras excepciones, deberían ser repatriadas, pero que la app no verifica si los migrantes que separan citas serían elegibles para excepciones.
Por lo tanto, agrega, el uso de la app por parte del gobierno de Biden esencialmente alienta a las personas a venir a Estados Unidos incluso si no son elegibles. Texas también alega que tiene que enfrentar una carga financiera por los migrantes que entran al país por cuestiones como atención médica o educación.
La nueva regla relacionada con el asilo también ha sido blanco de críticas por grupos defensores de los derechos humanos, que claman que Estados Unidos tiene la obligación de ofrecer asilo a quienes tienen una necesidad urgente y también han interpuesto una demanda en la que buscan desestimar la medida.
Texas además forma parte de una denuncia en la que se acusa al gobierno federal de exceder su autoridad al permitir que hasta 360.000 personas procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela entren cada año a EEUU con un permiso condicional humanitario.
Fuente VOA