“Me tenían amenazada, decían que me iban a matar a mí y a mi familia sino me iba (con el secuestrador)”, dijo una niña de 11 años, a quién llamaremos “María”, que fue secuestrada de su hogar en el barrio Loma Fresca, de Bluefields, el pasado 3 de febrero.
A ella se la llevaron a la fuerza y bajo amenazas a vivir a una isla ubicada frente a los territorios del Distrito Naval Caribe (DNC), en la misma ciudad, donde según la menor sufrió abuso sexual.
Tras seis días de constantes de denuncias públicas sobre la desaparición de la menor, hechas por sus familiares en La Costeñísima, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos intervino junto con la Policía Nacional, logrando que los captores regresaran a la niña a su hogar.
La madre la menor confiesa que no se siente tranquila porque teme que “en cualquier momento pueden venir (por la menor) porque a ella la amenazaron que si hablaba venían a hacerle algo a la familia”. La madre de “María” rogó entre lágrima que la Policía capture a quienes secuestraron y abusaron de su pequeña “porque no es bueno que anden haciendo eso” y quiere que se garantice seguridad para su hija.
A finales de noviembre, se registró otro secuestro de una menor en el barrio Santa Rosa. En aquel caso, la madre del joven acusado sabía del paradero de su hijo y la pequeña, pero se negaba a colaborar con la investigación del caso, argumentando que ella “no respondía por hijas ajenas” y que cuando otros se llevaron a una niña que ella tenía, a ella nadie le ayudó.
Otras madres del barrio también sienten temor
Elizabeth Aragón Laguna, otra pobladora y madre de familia del barrio Loma Fresca, denunció que sobre sus hijas de 11 y 13 años también penden amenazas de ser secuestradas y abusadas.
Según la madre, “son una banda de delincuentes que se están dando a la tarea de robarse a las niñas menores de edad, de once para arriba, secuestrándolas, llevándoselas solo para hacerles el daño y las devuelven cuando las mamás actúan” y recordó que así ocurrió hace dos años, cuando otros hombres mayores de edad ya se habían llevado a dos ñiñas del mismo barrio.
Las niñas son llevadas bajo engaño o amenazas. En algunas ocasiones, los secuestradores también las seducen con regalos o “enamoramiento”.
Solamente durante los últimos cuatro meses se han sido dos nuevos casos de niñas secuestradas en Bluefields: la niña de once años, originaria del barrio Santa Rosa, a finales de noviembre, y la otra pequeña de la misma edad en Loma Fresca, a principios de febrero.
En ambos casos recientes, la liberación de estas menores ha sido por la intervención de los medios de comunicación, quienes con sus denuncias públicas constantes crearon conciencia entre los vecinos de los sitios donde escondían a las menores para que bajo condición de anonimato revelaran a las autoridades donde las escondían.
También en ambos casos, la Policía detuvo a los señalados de llevarse a las niñas, pero luego estos fueron liberados sin cargos ni investigaciones.
Aragón demandó a las autoridades “que pongan mano dura sobre estos delincuentes para que no sigan haciendo más daño” y reclama que si “están liberando (a los señalados), estos van a salir a actuar más”, en contra de otras menores de este y otros barrios.
Leyda Jirón, otra madre del mismo barrio denunció que los dos que supuestos responsables del secuestro de la menor, diez días atrás, también han tratado de establecer contacto con sus hijas. “Ellos dicen que van a hacer hasta lo imposible para llevarse a las cipotas, tengo dos niñas y ese es mi miedo, porque la Policía no hace nada”, denunció la madre.
En la Policía de Bluefields, sin embargo, nadie brinda declaraciones al respecto.