La vendedora de productos lácteos afirmó el comportamiento que ya las familias blufileñas, habían sentido en las últimas semanas, la inestabilidad en el precio del queso.
Rosalina Castro tiene su punto de venta en el barrio Fátima, contiguo al puente, lugar donde le permite comprar el producto a los cayucos que traen los derivados de la leche desde las comunidades que se localizan sobre la rivera del rio.
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Pero ese punto estratégico no le sirve de mucho, ya que el queso, aunque sea comprado de primera mano, ya trae un precio elevado, que al ser revendido, y aplicada la ganancia, crea inestabilidad el punto de equilibrio del precio en el comercio local, ” casi todas las semanas trepa, y no hay un precio estable para decir que tal semana va a estar bajo, tal semana va a estar alto” dijo la vendedora.
Al inicio de esta tercera semana del mes, el queso se cotiza entre 85 y 95 córdobas, por lo que los comerciantes no pueden asegurar si la otra semana se cotizara igual o variará el precio.